Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Lo que sucedió este 12 de febrero en Glendale, Arizona, quedará grabado en la historia como uno de esos momentos donde deporte y espectáculo convergen de forma única y mágica. Desde la sobrecogedora presentación de Rihanna hasta la épica victoria de los Kansas City Chiefs sobre los Philadelphia Eagles redondearon un Super Bowl LVII del que se hablará por mucho tiempo.
Aunque el choque entre los dos mejores equipos de la NFL por el codiciado trofeo Vince Lombardi estaba a la altura de las expectativas, no eran pocos los millones de espectadores alrededor del planeta que esperaban con ansias que sonara el silbato para marcar el fin de la primera mitad del juego.
Era el instante esperado por seis años: la cantante nacida en Barbados regresaba a los escenarios y qué mejor oportunidad que el aclamado show de medio tiempo. Pero los 13 minutos de música transcurrieron diferente a los que muchos esperaban. En vez de un concierto cargado de baile, adrenalina y movimiento, los pasos sencillos de la protagonista hacían pensar que algo andaba diferente.
Las sospechas crecieron cuando la cantante se tocó el vientre en tres momentos y la certeza llegó más tarde cuando una de sus representantes confirmó que estaba embarazada, noticia que cambió la percepción de todo. Rihanna volvió a robarse los titulares, no solo por cantar desde lo alto de una pasarela voladora, sino por hacerlo mientras esperaba a su segundo hijo con el rapero ASAP Rocky, pues la pareja había tenido el primero hace apenas ocho meses, en mayo de 2022.
Sirva este tuit como cabecera del informativo y por si eres fan de Rihanna y te perdiste ayer su actuación en la Superbowl.pic.twitter.com/OgXy3GIxRt
— Ángel Martín (@angelmartin_nc) February 13, 2023
El espectáculo terminó y volvieron los jugadores al terreno cuando todavía no se hablaba de otra cosa. No obstante, en pocos minutos el tema de conversación dentro de las abarrotadas gradas del State Farm Stadium volvió a ser el football. Con una desventaja de 10 puntos y un Jalen Hurts en modo demoledor al frente de Phily, los Chiefs debieron acudir a la mística y encomendarse a su mariscal de campo.
La definitiva retirada de Tom Brady, considerado mejor jugador de todos los tiempos, quedó en el pasado tras la confirmación de que existe un nuevo rey indiscutido en la NFL. Patrick Mahomes dejó a un lado la lesión que sufrió antes del medio tiempo y firmó una segunda mitad de oro para guiar a Kansas al triunfo 38-35. Era el tercer título de la historia para la franquicia de Missouri y el segundo bajo el liderazgo de su estrella.
Una temporada de ensueño para el nacido en Texas hace 27 años, que coronó con el anillo de campeón y el MVP tanto de la campaña regular como del Super Bowl, para convertirse en el primer jugador de este siglo que logra algo así. Un detalle que por sí solo ilustra que estamos ya dentro de la nueva era Mahomes.
El Super Bowl LVII bajo sus cortinas con el sello de éxito absoluto, y así lo ratifican sus más de 200 millones de televidentes solo en Estados Unidos y otros tantos más en el resto del planeta. El espectáculo televisivo por excelencia del país norteamericano no decepcionó y dejó la varilla bien alta para la edición de 2024, prevista para el Allegiant Stadium en Paradise, Nevada.
