Foto: Captura de Video
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
El programa humorístico “El último para reírse” fue duramente criticado en el diario estatal Granma, asegurando que “la fórmula del telechiste, con carcajadas de fondo incluidas, tocó fondo”.
El texto se pregunta en un primer momento quién se ríe con “El último para reírse” y cuestiona si su transmisión es “un salto adelante o un evidente retroceso en la programación humorística de la televisión cubana”.
Como antecedentes de este programa, los cuales presuntamente influyen en su recepción o aprobación por parte de los televidentes, se señalan los programas “Pateando la lata” (1995-2001) y “A otro con ese cuento”.
Según Granma, lo que funcionó en el primero “como estructura y cauce formal, comenzó a hacer agua en el segundo”.
Entre esos elementos se destacan la fragmentación de los chistes, la retórica en su construcción, la degradación del sketch y la falta de concatenación rigurosa de una a otra situación, lo que afectó que estuviera en el gusto de algunos usuarios.
No obstante, especifica que “hubo momentos chispeantes y agradecidos -personajes tópicos, estereotipos y dependencia de la vis cómica y no de las situaciones-, sobre todo por un sector que, en sintonía con la propuesta del realizador, no aspiraba a la reflexión sino a un tipo de chiste que se desentiende absolutamente de toda complejidad”.
Además de dichos aspectos se afirma que “A otro con ese cuento” reencarna en “El último para reírse”, ya que el segundo absorbe elementos del primero e intenta adaptarlos a la actualidad.
“Si antes hubo tablazos y cámaras ocultas -apropiaciones nada originales-, ahora el ingenio trata de aflorar en minisecciones como las del correo o la influencer, con efectos no acabados de cuajar”, agrega el texto.
Respecto a los personajes se ve como un riesgo el utilizar personajes que vinieron de espacios humorísticos anteriores o que “poseen créditos en los circuitos humorísticos de presentaciones en vivo” debido a las comparaciones que puedan existir.
En este sentido, se destaca el trabajo de Ángel Ramiz, con su personaje del Cabo Pantera y se critica “la incapacidad del personaje de Lindoro”.
Varios fueron los aspectos señalados al programa, una crítica que no abunda en los medios estatales de prensa y que esta vez señala además a “los responsables de privilegiar el proyecto en la cresta de la ola del verano televisual”.
