Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Foto: RL Hevia
Un reporte del semanario Trabajadores ha informado que el número de deambulantes en Cuba ha aumentado, y el gobierno cubano por el momento no tiene cómo resolver esta alarmante situación.
La directora de Prevención Social del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), Belkis Delgado Cáceres, ha declarado a este medio, que a pesar de que existe una política desde el 2014 para el perfeccionamiento de la atención a las personas que deambulan, las medidas se encuentran en modificación debido a las deficiencias y “la percepción que tenemos de que puede haber un incremento de ciudadanos que deambulan».
La directiva puntualizó, primero, que hay que distinguir quiénes son estas personas de otras “que pueden estar un tiempo en la calle con una conducta desajustada», definiendo que los que deambulan «son quienes no poseen las condiciones para mantenerse en casa y están en la calle».
Además, expuso que gran parte de los deambulantes padecen de un trastorno psiquiátrico, y los números indican que cada vez más son menores de 60 años los casos que se han detectado.
Cerca de 3.690 personas deambulantes se han registrado oficialmente en Cuba entre 2014 y 2023. Y para ellas, hay nueve Centros para la Atención a las personas con Conducta Deambulante en todo el país, asegura esta fuente.
En estas instituciones a estas personas en situación vulnerable se le brinda cama, ropa, alimentación, atención por un equipo multidisciplinario y evaluación para el proceso de reinserción familiar, pero no son sitios para estadías largas, de acuerdo con dicho reporte.
Por su parte, Fermín Anzardo Ramírez, director del Centro Provincial de Protección Social, habló del aumento considerable de deambulantes y «a pesar de las dificultades económicas se mantiene la alimentación adecuada a los 350 pacientes, así como una buena atención médica y una farmacia abastecida».
Hay que agregar que no todos los cubanos que se encuentran en la calle clasifican como deambulantes. De hecho, el reportaje del medio estatal llega a cuestionar cómo denominan esta categoría y qué sucede, por ejemplo, con los abuelos, madres y otros que piden limosnas en las afueras de los negocios, las iglesias y los semáforos, y en cualquier lugar de la mayoría de las ciudades cubanas.
triste es ver también cómo ha aumentado los niños pidiendo limosna en los negocios de centro Habana y la Habana vieja, es algo nunca visto y en las condiciones que se ven. pienso que el estado debe tomar cartas en este asunto.