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Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Los hasta entonces viceministros de Cultura de Cuba, Fernando Rojas y Kenelma Carvajal Pérez, fueron destituidos de su cargo este lunes 8 de enero como parte de una “política del país de renovación paulatina”.
La información fue publicada en el perfil en Facebook del Ministerio de Cultura, donde se asegura que dicha “liberación por renovación” responde a “una política del país de renovación paulatina de los cuadros de dirección a todos los niveles”.
Para ocupar estos cargos se designaron dos mujeres: Lizette Martínez Luzardo, quien era la directora general de Políticas Culturales, y Lillitsy Hernández Oliva, actual presidenta del Consejo Nacional de las Artes Escénicas.
Respecto a las nuevas funciones que tendrá Fernando Rojas, el comunicado informa que en lo adelante fungirá como asesor del ministro de Cultura. Mientras, a Kenelma Carvajal “le serán asignadas nuevas tareas por el Comité Central del Partido”.
Sobre las nuevas viceministras, el texto destaca “su formación como instructoras de arte, su tránsito por distintas responsabilidades y la admiración y el respeto ganados dentro del sector”.
La sustitución de Fernando Rojas tiene lugar después de varios sucesos en los que se ha visto relacionado en funcionario. El más notorio fue su respuesta violenta junto a otros directivos a los artistas que se manifestaban pacíficamente en las afueras del Ministerio de Cultura el 27 de noviembre de 2020, conocido como 27-N.
Tras los sucesos, muchos cubanos pidieron su dimisión en redes sociales, junto a la del actual ministro de Cultura, Alpidio Alonso Grau, este último conocido por su ‘manotazo’ al periodista Mauricio Mendoza en enero de 2021.
Rojas ha sido una de las caras del gobierno cubano más visibles durante los encuentros entre los integrantes del 27-N, intelectuales, artistas y activistas en la sede de su ministerio con el objetivo de “dialogar” sobre las exigencias de los creadores de libertad de expresión y cese de la censura.
Después de los sucesos del 27-N y sus consiguientes “diálogos”, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) calificó de “violentas y vergonzosas” las actuaciones de Rojas y Alonso, exigiendo a la Unión Europea y a EE.UU. la imposición de sanciones contra estos funcionarios.
En el caso de la UE, el OCDH solicitó la prohibición de entrada al espacio Schengen a ambos, entre otras restricciones. En cuanto a EE.UU. pidieron “sanciones públicas” contra Alonso y Rojas por su “participación directa en actos violentos y que atentan contra los Derechos Humanos de intelectuales y artistas en Cuba”, según se lee en un comunicado del OCDH emitido en esas fechas.
