Texto: Raúl del Pino
Fotos: RL Hevia
Una vez más los nombres de los equipos involucrados en una competición deportiva permiten el clásico rejuego de palabras: ¿cazadores o presas? Y en este caso, la final de la segunda Liga Élite del Béisbol Cubano se ajusta a la perfección y da mejor forma a la interrogante: ¿Artemisa o Matanzas?
Aunque sobre el papel los yumurinos se ganaron el cartel de “amplios” favoritos durante la fase regular, en esta instancia el adjetivo puede cambiarse por “ligeros”. Si bien la artillería matancera no tiene parangón y en sus alineaciones convergen varios bates de lujo, no se debe subestimar a una escuadra artemiseña que se ha visto muy compacta y funcionando casi como un reloj.
A nivel individual dos nombres sobresalen en cada bando tras lo visto en las semifinales. Pese a los 16 errores que hundieron a Las Tunas, la producción de largo alcance fue lo que marcó las pautas de la victoria de Matanzas por 3-2. Y en ese acápite Yordanis Samón y Yurisbel Gracial llevaron la voz cantante con cuatro vuelacercas per cápita, de los 12 que dieron los comandados por Armando Ferrer.
En el otro bando, el aporte grupal de la tanda de Artemisa resultó fundamental para construir cada una de los cuatro triunfos sobre Industriales. Sin embargo, el nombre de un experimentado refuerzo como Frederich Cepeda le dio un impulso extra con su par de cuadrangulares a los pupilos de Yulieski González, que también cuentan en sus filas con el mejor cerrador al que pueden aspirar: Liván Moinelo.
Y hablando de refuerzos de los Cazadores, para la final se le suma uno que es de casa pero no había podido jugar por encontrarse de contrato en Nicaragua. La incorporación del antesalista Dayán García, integrantes de cuanto equipo Cuba se armó el año pasado, será un incentivo crucial en las aspiraciones de su escuadra, aunque el propio jugador aclaró que comenzará desde el banco pues no quiere quitarle el puesto a ningún compañero.
A la par del duelo entre ambos conjuntos por el título del certamen llamado a convertirse en el punto más alto del béisbol nacional en el año, el pulso particular entre los veteranos Cepeda y Samón también se llevará la atención mediática y de los fanáticos, toda vez que ambos veteranos llevan años enfrascados en una dura porfía por el liderazgo histórico de dobletes y buscando un título doméstico de cualquier forma.
El primer partido de la final pactado para la noche de este martes en el Victoria de Girón, contará con otra pugna difícil de pronosticar, esta vez desde el montículo, entre Yoanni Yera y Geonel Gutiérrez, probablemente los dos mejores abridores zurdos del país en la actualidad.
El matancero sumó a su cuenta personal la mitad de los éxitos de su elenco frente a Las Tunas y en el proceso dejó una exquisita efectividad de 0.82 PCL. Gutiérrez, por su parte, no cargó con ninguna decisión ante Industriales pero trabajó igualmente de forma destacada y así lo evidencia la solitaria carrera limpia que permitió en su única salida.