Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Un anuncio sobre una plaza vacante para masajistas reavivó esta semana el debate sobre el racismo en Cuba. Activistas antirracistas y personas preocupadas por esta situación, hicieron sonar las alarmas ante los requisitos requeridos para el puesto en el que se solicitaba solo chicas blancas.
El mensaje reenviado a través de WhatsApp no especifica el nombre del negocio o el emprendimiento, aunque algunos a través de comentarios en la publicación de facebook que hacía el llamado de alerta, lo identificaron por el número de teléfono que ponía el clasificado como Masajes Habana. Lo que sí se detalla claramente que para el puesto de masajista solo se consideraría, “muchacha joven de 20 a 30 años (…) con buena presencia”.
Luego de estos detalles, en los que ya las cuestiones etaria y de sexo son complejas, el anuncio también aclaraba como elemento muy importante: “solo buscamos en estos momentos una chica blanca, rubia o trigueña. (Disculpen los inconvenientes y estereotipos)”.
Dentro de las voces críticas que se pronunciaron ante este anuncio discriminatorio, se encuentra la de la abogada y emprendedora Deyni Terry Abreu, quien al compartir una captura de pantalla de la oferta opinó: “Si realmente funcionara la ley, si el Programa contra la Discriminación Racial, los postulados constitucionales, el Código Penal, funcionara en el aspecto de sancionar la discriminación, los jefes de establecimientos se la pensaran antes de tal misoginia y tan marcada discriminación”.
Hace unos meses también trascendió en redes otro anuncio en el que, si bien la discriminación no incluía motivos raciales, sí se excluía a las mujeres que fueran madres. Un emprendimiento de La Habana Vieja ofertaba un puesto de comercial, pero solo a aquellas mujeres que no tuvieran hijos.
Los emprendimientos privados en la isla caribeña toman cada vez más auge ya sea como pequeñas o medianas empresas, y si bien son imprescindibles para la economía nacional, este tipo de acciones, referentes a la contratación de trabajadores bajo estos supuestos rigurosos parámetros, evidencia la discriminación latente de la sociedad cubana.
Al respecto la activista por los derechos LGBTIQ+ Kiriam Gutiérrez Pérez, alegó que estas desafortunadas acciones sirven para mostrar que hay racismo “institucional, judicial, político y social, además de estas joyitas emprendedoras”.
