Foto: Leandro Pérez
Texto: Raúl del Pino
Encontrar consenso respecto a determinado tema en el béisbol es algo que no suele ser habitual en esta isla del Caribe. Cada cubano se siente un dueño y conocedor del deporte nacional y le gusta que su criterio prevalezca sobre el resto.
Sin embargo, toda regla tiene su excepción y en este caso podemos hallarla en el nombre de José Manuel Cortina. La sapiencia del entrenador pinareño queda fuera de toda discusión y sus resultados rehabilitando brazos lesionados es archiconocido, tanto dentro como fuera del país.
Lanzadores de varias épocas de la pelota cubana como Rogelio García, Jesús Guerra, Ariel Prieto, José Ariel Contreras, José Ibar, José Ramón Rodríguez, Raidel Martínez y Livan Moinelo, pueden dar fe de su obra.
Incluso, el longevo preparador puede sentir orgullo por haber iniciado en las artes del pitcheo al panameño Mariano Rivera, considerado el mejor cerrador de la historia de Grandes Ligas.
Y por si fuera poco, fue el propio ex jugador de los Yankees quien reveló el secreto que el cubano siempre tuvo muy bien guardado, otro ejemplo que habla a las claras de su calidad humana.
Pero como suele suceder en Cuba muchas veces, el trabajo de Cortina no siempre ha sido reconocido por las autoridades deportivas. Más de una vez, algún periodista o aficionado ha pedido su inclusión en los equipos nacionales, donde bien pudiera haber integrado el staff técnico, algo que todavía no ha sucedido.
En lo que una oportunidad así llega, el Inder intentó hacerle justicia con la más alta distinción que otorga en el ámbito de la ciencia. La noticia la reveló el reportero Boris Luis Cabrera en sus redes sociales.
“He sentido una alegría muy grande al conocer que mi amigo José Manuel Cortina recibió el premio especial José Yañez Ordaz por la Obra de la Vida. Este galardón lo ofrece el Inder a prestigiosos científicos vinculados al deporte, y a quién mejor que a este hombre que lleva décadas recogiendo de la arcilla las piezas rotas del beisbol cubano para armar campeones”, señaló el cronista especializado en temas beisboleros.
El propio Cabrera, quien lo bautizara hace tiempo como “el reparador de sueños”, agregó en su publicación que “El Corti lo merece todo, porque más allá que un científico del box, es un artesano, una maquinaria, una fuente inagotable de conocimientos y un sólido puente entre el terreno de juego y la gloria”, finalizó.
Hace unos meses en Cuba Noticias 360 conocimos de cerca de la “magia” de Cortina en la voz del serpentinero José Ramón Rodríguez. El derecho camagüeyano contó en una entrevista cómo estuvo a punto de dejar de lanzar tras realizarse una cirugía en su brazo, pero el pinareño le devolvió la confianza.
“A las pocas semanas de volver a entrenar comencé a sentir nuevamente una molestia en el brazo operado. Ese día recuerdo que llegué más temprano al estadio Capitán San Luis y me senté a esperar al profe Cortina”, relató Rodríguez.
“Cuando vi que llegaba no pude aguantar y se me salieron las lágrimas. Me sentía inseguro, no sabía si iba a poder volver a lanzar, pero él me dio tranquilidad y me dijo que esa molestia era algo que podía pasar. Ese día no entrenamos y nos fuimos directo para la terminal a sacar un pasaje para La Habana”, concluyó su anécdota el ahora integrante del equipo Cuba en los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile.
Historias como esas sobran en nuestro béisbol y desde su natal Pinar del Río hasta Guantánamo la afición reconoce las cualidades únicas de este entrenador humilde y capaz, cuyos conocimientos y métodos deberían ser multiplicados por toda Cuba.
